viernes, 27 de enero de 2012

Hola a todos

Llevo un año y poco trabajando como conductora de autobuses. Lo suficiente como para haber aprendido ya que todos los días tengo una interesantísima historia que contar sobre la condición humana en esta mi maravillosa ciudad. Pero si además os digo que también tengo a mi marido trabajando desde hace quince años como conductor de autobuses, comprenderéis que las historias se multiplican por dos, incluso hay días que hasta por tres....

Hemos decidido empezar este blog por varias razones: para que tengamos un sitio donde poder revivir nosotros mismos todo esto que nos pasa, para que quien quiera pueda seguirlo si le gusta, para poder dar el punto de vista de los conductores ya que el otro punto de vista lo puede poner cada uno y sobre todo y más importante; para desahogarnos con el blog y no siempre con el contrario.

 El blog se llama así porque es la pregunta que más veces tenemos que escuchar todos los conductores aquí en Santander... una media de 30 veces al día y diréis que vaya exageración, pero de una fila de unas 20 personas que pretenden entrar en el mismo autobús y hablan con el mismo conductor os puedo asegurar que 7 u 8 personas preguntarán si ese autobús pasa por Valdecilla o en su defecto por la calle San Fernando. Y no, no darán los buenos días, ni un hola, ni un gracias más que una o dos personas (con suerte, si los planetas se alinean, luce el sol y piscis está en ascendente...). ¿Realmente es posible que no oigas lo que está preguntando la persona que tienes delante de ti? y no solo es que esté delante de ti, es que además si es en hora punta tendrás a esa persona tan pegada a ti (por los empujones del resto de la fila) que deberías oir hasta sus pensamientos más íntimos. En fin, como hacen todas las preguntas a la vez, empiezas a contestar "si, si, no, ese viene dentro de 10 minutos, no, si, no se cuanto queda para el 6, si, no, no, si,..."  como así nadie se aclara, te repetirán la pregunta de nuevo y con suerte de uno en uno para que todos nos aclaremos.

Por supuesto prefiero que me hagan tantas preguntas a que no hagan ninguna y cuando vas tranquilamente conduciendo, una voz grita desde el fondo del autobús "¿pero este no iba por Valdecilla? ¿Dónde nos lleva?" En el momento te crea la duda y piensas: "vaya, ¿qué línea estoy haciendo?" son unas decimas de segundo, pero casi te hacen replantearte toda tu vida. Hasta que eres consciente de que tú vas bien y el que se ha equivocado es Esequegrita; o en el peor de los casos, que si que te has equivocado y tiene razón Esequegrita; entonces preparate para un Tsunami de comentarios desproporcionados que recorrerán el autobús en 0,00000000001 milésimas de segundo.